En este proyecto trabajamos con un terreno de gran desnivel, resolviendo este reto con bancales en diferentes alturas contenidos con traviesas de madera. Esto añadió dinamismo, color y vida a la entrada de la vivienda, transformando el espacio.
Para garantizar privacidad y frescura, instalamos tensores con maceteros de trepadoras en la entrada que generan un techado vegetal, mejorando la estética y creando sombra natural.
En el jardín trasero, elegimos moreras para aportar sombra en verano, luz en invierno y mantener las zonas de paso despejadas. También instalamos tarima tecnológica registrable, escaleras para resolver el desnivel y trepadoras perimetrales. El resultado es un espacio funcional y armonioso.





























